La lesión de médula espinal o mielopatía, es una alteración de la médula espinal que puede provocar una pérdida de sensibilidad y/o de movilidad. Las dos principales causas de lesión medular son por:
Causas
La médula espinal contiene los nervios que llevan mensajes entre su cerebro y su cuerpo. La médula pasa a través de su cuello y de su espalda.
El traumatismo de la médula espinal puede ser causado por lesiones en la columna, como:
- Ataques
- Caídas
- Heridas de bala
- Accidentes industriales
- Accidentes automovilísticos
- Lesiones en deportes
Una lesión menor puede causarle daño a la médula espinal si la columna se debilita, como en los casos de artritis reumatoidea u osteoporosis. También puede presentarse una lesión si el conducto raquídeo que protege la médula espinal se ha vuelto demasiado estrecho (estenosis raquídea) debido al proceso normal de envejecimiento.
También pueden ocurrir lesiones directas en la médula espinal, como contusiones, si los huesos o los discos se han debilitado. Los fragmentos óseos (por ejemplo, los que provienen de fracturas en las vértebras, que son los huesos de la columna) o fragmentos de metales (como los provenientes de un accidente de tránsito o herida de bala) pueden dañar la médula espinal.
El daño directo puede ocurrir si la médula es halada, presionada hacia los lados o comprimida. Esto puede ocurrir si se presenta torsión anormal de la cabeza, el cuello o la espalda durante un accidente o una manipulación quiropráctica intensa.
La hemorragia, la acumulación de líquido y la inflamación pueden presentarse dentro de la médula espinal o fuera de ella (pero dentro del conducto raquídeo). La acumulación de sangre o de líquido puede comprimir la médula y dañarla.
La mayoría de los traumatismos de la médula ocurren en individuos jóvenes y saludables. Los más comúnmente afectados son los hombres entre los 15 y los 35 años. La tasa de mortalidad tiende a ser mayor en niños pequeños con lesiones en la columna.
Los factores de riesgo abarcan:
- Participar en actividades físicas de alto riesgo.
- Viajar en vehículos a alta velocidad.
- Bucear en aguas poco profundas.
- Las personas de edad avanzada con huesos debilitados (por osteoporosis) o las personas con otro tipo de afecciones (como un accidente cerebrovascular) que los hagan más propensos a sufrir caídas pueden también presentar lesiones de la médula espinal.
Síntomas
Los síntomas varían según la localización de la lesión. La lesión en la médula espinal ocasiona debilidad y pérdida de la sensibilidad en la zona de la lesión y por debajo de ella. La gravedad de los síntomas depende de si toda la médula está gravemente lesionada (completa) o sólo parcialmente lesionada (incompleta).
Una lesión en la primera vértebra lumbar y por debajo de ésta no ocasiona lesión en la médula espinal, pero puede causar el síndrome de la cola de caballo. Ésta es una lesión en las raíces nerviosas de esta área. Este tipo de lesión de la médula espinal es una emergencia y necesita cirugía inmediata.
Las lesiones de la médula espinal a cualquier nivel pueden causar:
- Aumento del tono muscular (espasticidad)
- Pérdida de control normal de esfínteres (pueden abarcar estreñimiento, incontinencia, espasmos vesicales)
- Entumecimiento
- Cambios sensoriales
- Dolor
- Debilidad, parálisis
LESIONES CERVICALES (CUELLO):
Cuando las lesiones en la médula espinal se presentan en el área del cuello, los síntomas pueden afectar los brazos, las piernas y la mitad del cuerpo. Los síntomas pueden ocurrir en uno o en ambos lados del cuerpo. Los síntomas también pueden incluir dificultades respiratorias por la parálisis de los músculos de la respiración, si la lesión es en la parte alta del cuello.
LESIONES TORÁCICAS (A NIVEL DEL PECHO):
Cuando las lesiones en la columna ocurren a nivel del tórax, los síntomas pueden afectar las piernas. Las lesiones en la médula espinal cervical o torácica alta también pueden ocasionar problemas de presión arterial, sudoración anormal y dificultad para mantener la temperatura normal del cuerpo.
LESIONES EN LA COLUMNA LUMBOSACRA (REGIÓN LUMBAR)
Cuando las lesiones en la columna son a nivel de la región lumbar, los síntomas pueden afectar a una o ambas piernas. Los músculos que controlan los esfínteres anal y vesical pueden también afectarse.
Pruebas y exámenes
La lesión en la médula espinal es una emergencia médica que necesita atención médica inmediata.
El médico llevará a cabo un examen físico, que incluye un examen del sistema nervioso y del cerebro (examen neurológico). Lo cual ayudará a identificar la localización exacta de la lesión si todavía no se conoce.
Algunos de los reflejos pueden ser anormales o estar ausentes. Una vez que disminuye la inflamación, algunos reflejos se pueden recuperar lentamente.
Se pueden ordenar los siguientes exámenes:
Una tomografía computarizada o una resonancia magnética de la columna
Un mielograma (una radiografía de la columna después de la inyección de un medio de contraste)
Radiografías de la columna
Electromiografía (EMG)
Pruebas de conducción nerviosa
Tratamiento
- Los medicamentos llamados corticosteroides se utilizan algunas veces para reducir la inflamación que puede dañar la médula espinal.
- La cirugía puede ser necesaria para:
Realinear los huesos de la columna (vertebras).
Extraer líquido o tejido que ejerce presión sobre la médula espinal (laminectomía por descompresión).
Extraer fragmentos óseos, fragmentos de disco o cuerpos extraños.
Fusionar vértebras rotas o colocar dispositivos ortopédicos para la columna.
El reposo en cama puede ser necesario para permitir que los huesos de la columna sanen.
- Fisioterapia
Tratamiento postural.
Movilizaciones pasivas.
Movilizaciones activo-asistidas y resistidas.
Fisioterapia respiratoria.
TRATAMIENTO EN GIMNASIO.
Fase de plano inclinado.
Fase de sedentación.
Sedentación en camilla de tratamiento.
Sedentación en colchoneta o camilla ancha.
Adiestramiento en silla de ruedas.
Fase de bipedestación y marcha.
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