De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), la fisioterapia puede desarrollar diferentes tareas para diagnosticar una capacidad funcional, la fuerza de un músculo o las características del movimiento de una articulación. Y es que la formación universitaria necesaria para asumir esta profesión prepara a los fisioterapeutas para actuar como miembros competentes de la Salud Pública. Deben estar preparados para leer y analizar un historial clínico, derivar a sus pacientes a otros profesionales cuando sea necesario, así como para trabajar en conjunto con otros especialistas. Además, el fisioterapeuta debe ser capaz tanto de contribuir con la recuperación como de ayudar a la prevención de un trastorno físico.
La Fisioterapia es una ciencia que puede intervenir en todos los procesos patológicos dentro de la amplia gama de especialidades médicas y de rehabilitación si el médico que tiene a cargo el tratamiento de un determinado caso lo indica por supuesto, siempre un profesional médico deberá indicarla de lo contrario, obviamente, no es aconsejable someterse a ninguna de estas prácticas. Así la obstetricia, ginecología, pediatría, neurología, gerontología, traumatología, reumatología, cardiología y hematología, entre otras, pueden, de ser necesario, echar mano de la fisioterapia como alternativa para la prevención y curación de cualquier afección.
El rasgo singular que manifiesta la fisioterapia entonces, es que al tratarse de una ciencia que propone entre su metodología la utilización de elementos naturales no produce efectos colaterales dañinos para la salud del enfermo que la utiliza para tratarse de su mal.
Función Asistencial: el desempeño mismo de la fisioterapia para la prevención y curación, utilizando las técnicas propias de su campo. El primer paso es la valoración de cada paciente para poder emitir un diagnóstico, a partir del cual se decida el camino a tomar para la recuperación, sea que ésta dependa absolutamente de la fisioterapia o que requiera de la competencia de otros profesionales de la medicina.
La principal herramienta empleada en esta disciplina es la mano y, entre las tareas que se realizan encontramos masajes, estiramientos y distintos ejercicios físicos que tienen objetivos como la corrección de la postura, la desobstrucción de la vía respiratoria y la mejora del control motor. Pero la fisioterapia también confía en otros elementos y en la tecnología para mejorar la salud; aplicación de corriente eléctrica, ultrasonido, tratamientos con agua, calor y frío son algunas de las técnicas que no se basan en el uso exclusivo de las manos.
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