La fisioterapia respiratoria es un método terapéutico de reducido costo y de demostrada eficacia para el tratamiento de las enfermedades que afectan de forma crónica al sistema respiratorio (EPOC, asma, fibrosis quística, enfermedades neuromusculares), procesos agudos (neumonía, absceso pulmonar) o intervenciones quirúrgicas de gran complejidad (trasplantes pulmonares, cardíacos y hepáticos así como otras intervenciones cardíacas o de tórax)
CAMPO DE ACCIÓN
Post-operatorio
En el caso de pacientes intervenidos quirúrgicamente de tórax, corazón o abdomen, el fisioterapeuta realizará un protocolo de fisioterapia respiratoria preoperatoria, con el fin de que el enfermo acuda al quirófano en las mejores condiciones ventilatorias posibles, facilitando así la eficacia de la intervención.
Pocas horas después de ser intervenido, se realiza un protocolo de fisioterapia post-operatoria en la misma Unidad de Cuidados Intensivos para evitar cualquier complicación respiratoria. Posteriormente, el fisioterapeuta respiratorio trabaja en planta con el enfermo para reeducarlo al esfuerzo hasta su alta hospitalaria.
Enfermedades neuromusculares
En el caso específico de las enfermedades neuromusculares (como en el caso de distrofias, esclerosis múltiple, ELA, parálisis cerebral infantil, párkinson, lesión medular, etc.) se ha de combinar el tratamiento respiratorio con el específico de fisioterapia neurológica, si bien, en las fases finales de este tipo de enfermedades, el tratamiento respiratorio cobra una importancia vital en tanto que supervivencia del enfermo.
Lo mismo habría que decir respecto al tratamiento de cuidados paliativos o de pacientes encamados, que suelen fallecer debido a complicaciones respiratorias propias de una situación prolongada de decúbito e inmunodepresión.
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