Dentro de la electroterapia como técnica de fisioterapia son el primer tipo de corriente que se comenzó a utilizar, las galvánicas son eficaces y fáciles de aplicar.
Son un tipo de corrientes que han ido cayendo en un deshuso progresivo, ya que con otras técnicas de electroterapia podemos obtener resultados similares o incluso mejores sin someter al organismo del paciente a los efectos negativos debidos a las reacciónes polares. Existen para corregir lo anteriormente expuesto equipos de electroterapia que aplican corrientes galvánicas con cambio de polaridad de forma que se anulen los efectos indeseables debido a las reacciones quimicas que generan irritación en la piel.
Las corrientes galvánicas implican un flujo sostenido de electrones desde el polo negativo al positivo, sin cambio de polaridad y con la intensidad que se ajuste a la dosis requerida por el tratamiento. La corriente galvánica contínua se utiliza principalmente en la aplicación de iontoforesis.
Otro modo mucho más común de uso de electroterapia con galvánicas es por medio de las corrientes pulsantes, se puede utilizar para lograr una buena estimulación en musculos en los que el nervio no se encuentra afectado.
El mayor inconveniente que supone la aplicación de las corrientes galvánicas son las reacciónes acidas que se producen en el ánodo y las reacciones de caracter básico que se produciran en el cátodo.
Las corrientes galvánicas pulsantes tienen efectos analgésicos tanto en corrientes de baja frecuencia como en aquellas de frecuencia media entre 1 a 10 Kz. la ventaja añadida es que no se producirán efectos químicos y podremos además obtener una buena estimulación muscular.
La iontoforesis consiste en hacer penetrar substancias a traves de la piel por medio de una corriente electrica galvánica. Es una técnica que resulta muy útil ya que no es invasiva, no produce dolor y es muy eficaz en aplicaciones locales.
El que la piel es una superficie que permite la administración de medicamentos a su través, lo demuestran la aplicación de cremas directamente sobre la epidermis para lograr efectos calmantes o anti inflamatorios, vemos como cada día aparecen en las farmacias nuevos tipos de parches para administración de substancias a traves de la piel (anti tabaco, adelgazamiento, contra el dolor). Sin embargo la utilización de una corriente electrica para la introdución de substancias nos permite añadir una diferencia de potencial que facilitara la introducción iones. tambien se ven favorecida la penetración por un aumento de la acción osmótica -electro osmótica- y por el efecto de acción entre solutos y disolventes.
Como siempre sucede lo más complejo una vez establecido el diagnóstico y el tratamiento a seguir es el establecimiento de la dosis adecuada, y en el caso de la iontoforesis nos va a obligar a tener en cuenta parametros como la intensidad de la corriente, tamaño del electrodo, concentración de la substancia y la modalidad de la corriente a utilizar. Debemos dejar atrás las recetas típicas de Intensidad a 4 mA y 20 minutos para todos, al igual que con el radar u otras tecnicas físicas es preciso tener en cuenta siempre al paciente, su patología y sus características específicas. Hay que prestar una especial atención a la primera sesión, tras los primeros minutos convendrá interrumpir el tratamiento y cerciorarse de que la piel bajo los electrodos no muestra signos de hiper reacción al tratamiento. Habrá que tener especial cuidado con las alergias a metales o a cualquiera de los componentes del medicamente que el paciente nos pueda describir en la anamnesis.
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