Si su hijo tienen problemas para leer y deletrear, la terapia del habla podría no parecer la respuesta obvia. Muchas personas piensan que los terapeutas del habla solamente trabajan con personas que tienen problemas para producir ciertos sonidos (articulación), que tartamudean o tienen algún ceceo.
Los terapeutas del habla se ocupan de esas dificultades del habla, pero también ayudan a los niños que tienen otras clases de problemas con el lenguaje hablado y escrito, como la dislexia, la dispraxia y el trastorno del procesamiento auditivo. De hecho, un terapeuta del habla es llamado, más precisamente, patólogo del habla y el lenguaje (SLP, por sus siglas en inglés).
Cómo funciona la terapia del habla
Los patólogos del habla y el lenguaje averiguan qué clase de problema de lenguaje tiene un estudiante, determinan qué lo está causando y deciden cuál es el mejor tratamiento. Ellos pueden ayudar a los niños a desarrollar sus habilidades trabajando con ellos individualmente, en grupos pequeños o en el salón de clases.
Los patólogos del habla y el lenguaje pueden ayudar con:
Problemas de articulación: No hablar claramente y equivocarse con los sonidos.
Problemas de fluidez: Dificultad con el flujo del habla, como la tartamudez.
Resonancia o problemas con la voz: Dificultades con el tono de voz, el volumen y la calidad.
Problemas para alimentarse: Dificultad al comer, tragar y babear.
Los patólogos del habla y el lenguaje pueden ayudar a tratar:
Problemas del lenguaje receptivo: Dificultad para entender (recibir) el lenguaje.
Problemas del lenguaje expresivo: Dificultad para hablar (expresar) el lenguaje.
Problemas del lenguaje pragmático: Dificultad utilizando el lenguaje de modos socialmente apropiados.
Los patólogos del habla y el lenguaje utilizan estrategias diseñadas para los problemas particulares de cada niño. Esas estrategias podrían incluir:
Actividades de intervención del lenguaje: Estas actividades desarrollan habilidades de diferentes maneras, incluyendo el modelado y proporcionando comentarios. El terapeuta podría utilizar fotos, dibujos, libros, o terapia de juego. También podría utilizar ejercicios de lenguaje para practicar las destrezas.
Terapia de articulación: El patólogo modela los sonidos con los que el niño tiene dificultades. Esto podría incluir demostrar cómo mover la lengua para pronunciar sonidos particulares.
Terapia para alimentarse y tragar: El patólogo enseña al niño ejercicios para fortalecer los músculos de la boca. Esto podría incluir masaje facial y varios tipos de ejercicios con los labios, la lengua y la mandíbula. También podría utilizar diferentes texturas de alimentos para que el niño esté más consciente al comer y al tragar.
Los patólogos del habla y el lenguaje deben tener al menos un título de maestría en el área de la patología del habla y el lenguaje. Es recomendable buscar un terapeuta que sea miembro del la Asociación Americana del Habla, Lenguaje y Audición (ASHA, por sus siglas en inglés). Pertenecer a esta asociación significa que el terapeuta está certificado luego de aprobar el examen nacional.
Los requisitos para obtener la licencia varían según el estado. Algunas veces los asistentes del habla, que tienen un grado académico de asociado (dos años) o un título de 4 años (B.A.) en patología del habla y el lenguaje, ayudan al terapeuta del habla con sus servicios profesionales.
Los beneficios de la terapia del habla
La terapia del habla puede ayudar a los niños a hablar más claramente y, por lo tanto, a que se sientan más seguros y menos frustrados cuando hablan con otras personas. La terapia del habla puede beneficiar a los niños que tienen problemas de lenguaje social, emocional y académico.
Para los niños con problemas de lectura como la dislexia, la terapia del habla puede ayudarlos a escuchar y distinguir sonidos específicos en las palabras: la palabra bat se divide en los sonidos de las letras “b”, “a” y “t”. Esto puede mejorar las comprensión de la lectura y fomentar que los niños lean.
La terapia del habla es especialmente beneficiosa cuando los niños la comienzan a temprana edad. En un estudio, el 70 por ciento de los preescolares con problemas de lenguaje que recibieron terapia del habla mostraron una mejoría en sus habilidades de lenguaje.
¿Qué resultados puede esperar de la terapia del habla?
El trabajo con un terapeuta del habla puede durar meses o incluso algunos años, dependiendo de las necesidades de su hijo. Probablemente usted notará que su hijo mejora. Sin embargo, recuerde que la terapia no puede “curar”. El problema de fondo de su hijo continúa.
El terapeuta debería proporcionar a usted y a su hijo las estrategias para afrontar los obstáculos más eficazmente. Posiblemente le asigne actividades para practicar en la casa que refuercen las habilidades que su hijo está aprendiendo. Los niños que tienen mayores progresos, tienden a ser los que participan más en el tratamiento.
Es importante que el terapeuta del habla sea el apropiado para su hijo. El terapeuta debe tener experiencia profesional trabajando con niños que tienen el problema que el de su hijo. La terapia del habla es solo una manera de ayudar a su hijo con sus dificultades de aprendizaje relacionadas con el lenguaje y al habla. Para más ideas, considere otros servicios especiales.
Puntos clave
La terapia del habla no es una solución rápida. Requiere esfuerzo durante meses o años.
Es de mucha ayuda si el terapeuta del habla tiene experiencia con niños que tienen las mismas dificultades que el suyo.
Su participación, por ejemplo practicando los ejercicios en la casa, puede hacer la terapia del habla más eficaz.
Los terapeutas del habla se ocupan de esas dificultades del habla, pero también ayudan a los niños que tienen otras clases de problemas con el lenguaje hablado y escrito, como la dislexia, la dispraxia y el trastorno del procesamiento auditivo. De hecho, un terapeuta del habla es llamado, más precisamente, patólogo del habla y el lenguaje (SLP, por sus siglas en inglés).
Cómo funciona la terapia del habla
Los patólogos del habla y el lenguaje averiguan qué clase de problema de lenguaje tiene un estudiante, determinan qué lo está causando y deciden cuál es el mejor tratamiento. Ellos pueden ayudar a los niños a desarrollar sus habilidades trabajando con ellos individualmente, en grupos pequeños o en el salón de clases.
Los patólogos del habla y el lenguaje pueden ayudar con:
Problemas de articulación: No hablar claramente y equivocarse con los sonidos.
Problemas de fluidez: Dificultad con el flujo del habla, como la tartamudez.
Resonancia o problemas con la voz: Dificultades con el tono de voz, el volumen y la calidad.
Problemas para alimentarse: Dificultad al comer, tragar y babear.
Los patólogos del habla y el lenguaje pueden ayudar a tratar:
Problemas del lenguaje receptivo: Dificultad para entender (recibir) el lenguaje.
Problemas del lenguaje expresivo: Dificultad para hablar (expresar) el lenguaje.
Problemas del lenguaje pragmático: Dificultad utilizando el lenguaje de modos socialmente apropiados.
Los patólogos del habla y el lenguaje utilizan estrategias diseñadas para los problemas particulares de cada niño. Esas estrategias podrían incluir:
Actividades de intervención del lenguaje: Estas actividades desarrollan habilidades de diferentes maneras, incluyendo el modelado y proporcionando comentarios. El terapeuta podría utilizar fotos, dibujos, libros, o terapia de juego. También podría utilizar ejercicios de lenguaje para practicar las destrezas.
Terapia de articulación: El patólogo modela los sonidos con los que el niño tiene dificultades. Esto podría incluir demostrar cómo mover la lengua para pronunciar sonidos particulares.
Terapia para alimentarse y tragar: El patólogo enseña al niño ejercicios para fortalecer los músculos de la boca. Esto podría incluir masaje facial y varios tipos de ejercicios con los labios, la lengua y la mandíbula. También podría utilizar diferentes texturas de alimentos para que el niño esté más consciente al comer y al tragar.
Los patólogos del habla y el lenguaje deben tener al menos un título de maestría en el área de la patología del habla y el lenguaje. Es recomendable buscar un terapeuta que sea miembro del la Asociación Americana del Habla, Lenguaje y Audición (ASHA, por sus siglas en inglés). Pertenecer a esta asociación significa que el terapeuta está certificado luego de aprobar el examen nacional.
Los requisitos para obtener la licencia varían según el estado. Algunas veces los asistentes del habla, que tienen un grado académico de asociado (dos años) o un título de 4 años (B.A.) en patología del habla y el lenguaje, ayudan al terapeuta del habla con sus servicios profesionales.
Los beneficios de la terapia del habla
La terapia del habla puede ayudar a los niños a hablar más claramente y, por lo tanto, a que se sientan más seguros y menos frustrados cuando hablan con otras personas. La terapia del habla puede beneficiar a los niños que tienen problemas de lenguaje social, emocional y académico.
Para los niños con problemas de lectura como la dislexia, la terapia del habla puede ayudarlos a escuchar y distinguir sonidos específicos en las palabras: la palabra bat se divide en los sonidos de las letras “b”, “a” y “t”. Esto puede mejorar las comprensión de la lectura y fomentar que los niños lean.
La terapia del habla es especialmente beneficiosa cuando los niños la comienzan a temprana edad. En un estudio, el 70 por ciento de los preescolares con problemas de lenguaje que recibieron terapia del habla mostraron una mejoría en sus habilidades de lenguaje.
¿Qué resultados puede esperar de la terapia del habla?
El trabajo con un terapeuta del habla puede durar meses o incluso algunos años, dependiendo de las necesidades de su hijo. Probablemente usted notará que su hijo mejora. Sin embargo, recuerde que la terapia no puede “curar”. El problema de fondo de su hijo continúa.
El terapeuta debería proporcionar a usted y a su hijo las estrategias para afrontar los obstáculos más eficazmente. Posiblemente le asigne actividades para practicar en la casa que refuercen las habilidades que su hijo está aprendiendo. Los niños que tienen mayores progresos, tienden a ser los que participan más en el tratamiento.
Es importante que el terapeuta del habla sea el apropiado para su hijo. El terapeuta debe tener experiencia profesional trabajando con niños que tienen el problema que el de su hijo. La terapia del habla es solo una manera de ayudar a su hijo con sus dificultades de aprendizaje relacionadas con el lenguaje y al habla. Para más ideas, considere otros servicios especiales.
Puntos clave
La terapia del habla no es una solución rápida. Requiere esfuerzo durante meses o años.
Es de mucha ayuda si el terapeuta del habla tiene experiencia con niños que tienen las mismas dificultades que el suyo.
Su participación, por ejemplo practicando los ejercicios en la casa, puede hacer la terapia del habla más eficaz.
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